LA CHINATA SAL ROSA DEL HIMALAYA 300G

La coloración natural de esta sal va desde el color rosa pálido hasta el blanco. El bonito color rosa lo obtiene de su contenido en hierro. Delicado y sutil sabor crujiente. Finísima, realza tanto el sabor de los platos crudos como los cocinados. De gran dureza, y muy gruesa, es especial para molinillos de sal.
La sal rosa del Himalaya se recoge en las estribaciones del Himalaya, fruto de antiguos mares desecados hace más de 200 millones de años, en la era secundaria. Enormes cantidades de sal se asentaron poco a poco en estratos sucesivos. La sal fosilizada alcanza, a veces, decenas de metros de espesor. En la era secundaria, profundas fallas separaron la corteza terrestre y varios continentes se individualizaron. Lentamente, el continente indio se dirigió hacia el Nordeste, hasta colisionar con el Neuroasiático, formando, hace 45 millones de años, el Himalaya, de 2.500 km de largo, y cimas de más de 8.000 m. Fue así como la sal del antiguo océano se vio desplazada al norte de la cadena montañosa, en antiplanicies a más de 3.000 m de altitud. Fue impregnada y compactada por los fluidos magmáticos procedentes de las capas profundas de la litosfera, enriqueciéndola y dándole el color rosado. Protegida de las influencias del tiempo y la contaminación, se fue almacenando en el mismo lugar hasta hoy día. Con toda su pureza original, gracias a su respetuoso tratamiento, conserva su constitución natural, y es rica en minerales y oligoelementos. Sin aditivos ni yodo.